Inauguración: lunes 12 de mayo, a las 19:00 h
Cuando observo la obra de Arturo Polo vienen a mí distintas sensaciones encontradas. La primera por supuesto, es de admiración ante la belleza. Nada es más bello que la naturaleza, por mucho que el ser humano lo intente, nunca llegará a crear tal diversidad y grandiosidad como el de nuestro entorno natural.
La segunda sensación es una conjunción de asombro e incredulidad, ¿de verdad es posible que la orografía de nuestro planeta sea tan variada y extrema?
Y la tercera y más inconfesable, es el sentimiento de una envidia sana. Envidia sana hacia el mismo hecho de volar y poder disfrutar de esa maravilla en directo. Sentir esa energía de forma directa, sin pasar por el filtro de la cámara fotográfica, tiene que ser realmente increíble.

Arturo, lleva años combinando lo que son sus dos pasiones, volar y la fotografía. De esta manera se ha especializado en la fotografía aérea, retratando el relieve terrestre tanto profesional como artísticamente.
Actualmente combina su residencia entre Alaska y Torremocha, en la provincia de Teruel. Es ahí donde realiza su trabajo como piloto e instructor de ultraligeros en su empresa Amilpiés.
Las imágenes de la exposición serán en su mayoría paisajes helados de Alaska, lo primero que llama poderosamente la atención, es el enfoque abstracto de las mismas.
Las formaciones de hielo o piedra pueden asemejarse con heridas o rasgaduras que bien podrían recordar a los cuadros abstractos del mejor Tàpies. Son imágenes que transmiten relajación, pero que a la vez duelen. Es la tierra la que se expresa con su orografía y Arturo quien juega con sus formas, eligiéndonos la composición perfecta para transmitir su mensaje.



Fotografías de Arturo Polo, de la colección Alaska Amilpiés
En casi todas las instantáneas Arturo incluye una avioneta como punto de atención de la imagen, este hecho nos da conciencia entre el tamaño insignificante del hombre ante la majestuosidad de la tierra que habitamos.
Después de ver estas imágenes esperemos seguir siendo así, seres insignificantes dentro un entorno natural. No queramos cambiar el orden que nos ha tocado vivir".
Eduardo Lozano Chavarría.
Director de las Salas de Exposiciones de la UNED de Calatayud